Este martes, el municipio de la Ciudad realizó la inauguración del primer prototipo de refugio climático. El proyecto Diseño De Refugios Climáticos en espacios públicos al aire libre en la Capital es uno de los 19 proyectos ganadores del Fondo de Juventud y Acción Climática, impulsado por Bloomberg Philanthropies y la Municipalidad de Ciudad de Mendoza.
Dicha propuesta fue liderada por estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Congreso (Camila Escudero y Jimena Díaz), Diseño Gráfico de la Universidad de Mendoza (Paulina Stern) e investigadoras del INAHE – CONICET (Belén Sosa y Angélica Ruiz). La investigación tomó como punto de partida la identificación y caracterización de los sectores de la Ciudad donde habita la población más vulnerable al calor: adultos mayores de 65 años y niños. A partir de allí, se planificó una red teórica de potenciales ubicaciones para la instalación estratégica de refugios climáticos.
Estos refugios urbanos son un espacio diseñado para ofrecer condiciones más confortables y seguras frente a extremos climáticos, especialmente calor intenso o frío extremo. Su objetivo principal es proteger la salud y el bienestar de las personas, siendo fundamental en zonas áridas como Mendoza, donde las islas de calor urbanas y la falta de sombra hace que muchos lugares sean casi intransitables durante el día en verano.
El primer prototipo de refugio climático, instalado en el Circuito de Salud del Parque Lineal Nicolino Locche, fue diseñado en su totalidad por los miembros del proyecto. Sus dimensiones son 2 metros de ancho, 2.10 metros de largo y 2.50 metros de alto. Cuenta con una estructura de caño estructural y un recubrimiento de piso, paredes y techo de madera plástica, fabricada por Maderas Plásticas Mendoza. Además, cuenta con un cantero para plantas trepadoras que recubran la pared y el techo aportando más sombra y frescura. Se estima que la construcción de este refugio implicó el reciclaje de aproximadamente 700 kg de residuos plásticos.
Los refugios climáticos constituyen una estrategia de adaptación al cambio climático, alineada con los lineamientos del Plan Local de Acción Climática (PLAC) de la Ciudad de Mendoza, contribuyendo a fortalecer la resiliencia urbana y la equidad ambiental frente al aumento de temperaturas extremas.














