Este viernes, la Ciudad de Mendoza llevó a cabo un sentido acto de reconocimiento al personal jubilado, en una jornada cargada de emoción, gratitud y memoria colectiva. El encuentro tuvo lugar en el Microcine Municipal y formó parte del Programa Municipal de Acompañamiento Integral a la Jubilación, creado por el Decreto 1686/21.
El acto reunió a trabajadores que dedicaron gran parte de su vida al servicio público, dejando una huella profunda en la construcción cotidiana de la Ciudad. Desde el inicio, el clima estuvo marcado por el reconocimiento al esfuerzo, la vocación y el compromiso de quienes, desde distintos roles y áreas, contribuyeron al bienestar de la comunidad mendocina.
Durante el evento, la secretaria de Gestión Pública, Erica Rojas, y el director de Recursos Humanos, Alfredo Guzzo, destacaron el valor del trabajo municipal y el significado de cerrar una etapa laboral con orgullo. Ambos subrayaron que la jubilación no representa un final, sino el comienzo de una nueva etapa, invitando a los homenajeados a disfrutar del tiempo, de la vida y de los vínculos construidos a lo largo de los años. Asimismo, remarcaron la importancia del programa de acompañamiento, que brinda contención y herramientas para transitar este proceso de manera integral.
La ceremonia contó, además, con una intervención artística a cargo del Ballet de la Ciudad de Mendoza, que aportó un momento de sensibilidad y expresión cultural, como homenaje simbólico a las historias de vida celebradas. Luego, las referentes del Programa Municipal de Acompañamiento Integral a la Jubilación explicaron los alcances de esta política pública, pensada para acompañar antes, durante y después del retiro laboral.
El momento central del acto fue la entrega de reconocimientos al personal jubilado, acompañada por música emotiva que reforzó el clima de celebración y agradecimiento. Cada diploma entregado representó un “gracias” institucional por los años de dedicación, el compromiso cotidiano y el legado dejado en la Municipalidad.
El cierre incluyó una foto grupal, como testimonio de una jornada especial que quedará en la memoria de la Ciudad. Un encuentro para honrar trayectorias, valorar el trabajo silencioso y reafirmar que cada historia personal forma parte de la identidad colectiva de la Ciudad de Mendoza.
























