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Se realizó el II Encuentro de Concientización del Ambiente

Este viernes por la tarde, los vecinos más pequeños de los barrios Flores y Olivares se acercaron con sus papás a la “plaza de la Huerta”, ubicada en calles Aldo Giordano y La Esperanza para disfrutar de actividades recreativas y, al mismo tiempo, tomar conciencia del cuidado del medio ambiente.

La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza está llevando a cabo un ambicioso Plan de Renovación Urbana que pretende no solo embellecer la Ciudad y crear nuevos espacios públicos, sino también concientizar a la población acerca de los hábitos saludables, el cuidado del ambiente y las buenas prácticas respecto al tratamiento de residuos.

En el marco del proyecto Urbanización, Desarrollo Social y Mejoramiento del Hábitat de los barrios Flores y Olivares, los niños disfrutaron de una tarde de música, juegos y distintas actividades recreativas que les hicieron comprender la importancia de cuidar el medio ambiente. Además, cada uno recibió una bolsa de material reciclable con merienda e información acerca del cuidado del hábitat.

“Cuando arrancamos con la obra este lugar era un basural, se juntaban residuos que iban acumulando los vecinos. Ellos estuvieron siempre acostumbrados a no embolsar y a formar micro-basurales. A través de la obra de Urbanización y, de estos espacios, tratamos de fomentar y generar ese cambio cultural. Este sitio, no era utilizado como espacio público y lo recuperamos. Los niños se entusiasman, participan y, cuando llegan a sus casas, lo transmiten a sus padres. De esa manera se empieza a generar una cadena que nos ayuda para que dentro de un tiempo el barrio sea distinto”, explicó la directora de Vivienda y Hábitat de la Ciudad de Mendoza, María Marta Ontanilla.

Por su parte, el director de Ambiente, Mariano Lo Valvo agregó: “Este es un proyecto muy ambicioso porque tenemos que apuntar a un cambio de hábitos. Lo más importante es empezar a través de los niños porque la sustentabilidad del medio ambiente tiene que ver con el futuro de ellos mismos y nosotros queremos transformarlos en protagonistas de ese futuro cuidado. Les vamos inculcando valores, que son asimilados por cualquier niño, de cualquier escuela de la misma manera. Nosotros confiamos que lo que ellos reciban sea replicado en sus hogares y sus padres también adquieran esa conciencia, de trabajar en comunión con el municipio para cuidar el medio ambiente”.

Las actividades estuvieron a cargo de los profes de Educación Física de la dirección de Deportes y Recreación del municipio con juegos enmarcados en la temática del cuidado del medio ambiente y el tratamiento de residuos.

También participó de esta actividad, el Centro de Apoyo Educativo (CAE) “Ventana del Flores” que diariamente brinda apoyo escolar y talleres de arte, reciclado, cerámica y diferentes actividades para las mujeres y niñas. Su responsable, Sebastián, expresó: “Me parece muy bueno porque es una manera de involucrar a los pequeños en la concientización de la limpieza”.

Cabe destacar que también en esta plaza se ha construido una huerta, trabajo conjunto entre el municipio de la Ciudad, el INTA y los vecinos del barrio Flores y Olivares, que ha servido para fomentar la participación y la integración de los mismos y motivo por el que se reúnen todos los jueves para realizar actividades relacionadas con el cultivo. Allí se han sembrado diferentes tipos de hortalizas como lechuga, acelga, zanahoria, rabanito y también aromáticas: romero, menta, albahaca y orégano, entre otras.

Al respecto, Teresa González, más conocida en el barrio como “La Pincho” comentó muy emocionada: “La gente está muy contenta porque esperábamos esta urbanización que se hizo. Yo nací y me crié acá y estoy muy agradecida con el Intendente. Estamos felices con todo lo que se está haciendo y con lo que se va a hacer, pero ¡eso sí! -sentenció- hay que cuidarlo”.

Y agregó: “Yo empecé a hacer esta huerta donde está el césped. Traje la pala, el rastrillo y me puse a mover los cascotes de tierra. Empecé a hacer surcos y a plantar cebolla, acelga, rabanitos, arvejas, zanahoria y se me dio muy hermoso. Ahí el municipio vio lo que yo había hecho y decidió ayudarme con la idea y la hicieron comunitaria para compartirla con los vecinos. Vienen escuelas a cuidarla también. Hay que mantenerla para que no se dañe y yo invito a todos los vecinos a que participen  y se involucren, porque este es un espacio muy lindo para que disfruten los niños y los grandes”.

De esta manera, los niños disfrutaron de una tarde de juegos recreativos, aprendizaje y diversión en un sitio que ha servido para generar la integración de los dos barrios, el Flores y el Olivares y ser el punto de partida para que los vecinos se encuentren y sean capaces de cuidar, con sus propias manos, un espacio verde del que se siente hacedores.

 

 

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